control calidad investigación

La Asociación Española de Economía (AEE) observa con preocupación el aumento de publicaciones en revistas científicas de poca tradición, con cuerpos editoriales de dudoso prestigio, y en las que el proceso editorial no atiende a criterios científicos. Este fenómeno, presente en el campo de la economía entre otros, es particularmente importante en España, que es uno de los países con mayor proporción de este tipo de publicaciones.

No es difícil reconocer estas revistas. Son revistas relativamente nuevas, con nombres genéricos, no vinculadas a ningún centro de investigación o sociedad científica y con consejos editoriales poco representativos de la investigación de calidad. Tienen un proceso editorial muy rápido, una tasa de aceptación muy alta, publican un gran número de artículos por año, y exigen el pago de una tasa elevada por cada artículo publicado.

Esta realidad es bien conocida por todos. Los investigadores que envían sus artículos a estas revistas también lo saben. El objetivo último es obtener de forma sencilla, aunque previo pago, una publicación que, aunque no tenga un gran prestigio académico les facilite la promoción dentro de la carrera académica de España (por ejemplo, para sexenios y acreditaciones). Los autores aprovechan que los criterios que rigen estas promociones a menudo priman la cantidad sobre la calidad de los artículos científicos publicados. A pesar de que esta realidad es evidente tanto para los evaluadores como para los autores, estas publicaciones influyen sobre algunos de los criterios cuantitativos utilizados en las evaluaciones de los académicos en España.

Los efectos sobre el sistema científico español son muy negativos. Al distorsionar la señal que acredita el rigor y calidad de los trabajos científicos, se sacrifica la excelencia en la ciencia como criterio para la promoción de los científicos en España. Ello altera los incentivos de los investigadores más jóvenes, pudiendo a medio plazo mermar la calidad de la investigación en España. Además, un volumen importante de fondos de investigación, algunos procedentes de proyectos evaluados por la Agencia Estatal de Investigación, se dedican a pagar por este tipo de publicaciones, desvirtuando el fin para el que fueron concedidos. Los únicos beneficiados son los investigadores que optan por este tipo de práctica, paradójicamente en detrimento de aquellos investigadores que siguen apostando por revistas rigurosas pero que por ello ven reducidas sus posibilidades de promoción, de obtención de fondos, etc.

Desde la AEE denunciamos este tipo de prácticas y pedimos que agencias como la ANECA y CNEAI reflexionen sobre cómo evitarlas. Por ejemplo, en vez de poner el foco en el número de publicaciones y en índices muy imperfectos (e.j., los índices de impacto de las revistas no son siempre una buena medida de su calidad, al depender mucho de la propensión a citar de cada disciplina), sería positivo que los comités de evaluación tuvieran soberanía para decidir el valor de las publicaciones en función de un amplio rango de indicadores más informativos sobre la calidad de las revistas. De igual modo, nuestra llamada de atención va dirigida a todos los investigadores en el campo de economía para que desde nuestros ámbitos de influencia denunciemos el uso de este tipo de prácticas y, entre todos, consigamos erradicarlas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column][/vc_column][/vc_row]